29 de julio de 2016

Celsius 232, 2016




Aquí estamos otro año más, ¿quien lo diría? 
El año pasado colgué la "crónica" -más bien comentario de una experiencia- sobre el Celsius 232 2015 que podéis leer aquí -si os interesa- porque fue algo completamente nuevo para mi; éste año no es nuevo, pero sigue siendo igual de emocionante.

El año pasado asistí al Celsius, un festival de fantasía, ciencia ficción y terror que se celebra en mi tierra, Asturias, concretamente en Avilés. Sólo fui un día, el sábado -el Celsius siempre empieza en martes y acaba en sábado-, y aún así conocí gente increíble que a día de hoy quiero muchísimo y sólo veo en éstas ocasiones y, ¡efectivamente!, éste año las vi de nuevo.
Además de, como he dicho antes, reencontrarme con gente que hacía un año que no veía desvirtualicé a cierto grupito de gente a los que he cogido un cariño incalculable en apenas unos meses, así que pasé el Celsius entre la gente que conocí el año pasado, el grupo con el que yo iba y éste grupo al que desvirtulicé -y con los que pase la mayoría del Celsius posiblemente-.

El Celsius no sólo sirve como escusa para ver a aquellas personas que viven al otro lado de la Península, también te acercan a escritores increíbles que todos los años hablan con nosotros dentro y fuera de las conferencias dispuestos a enseñarnos un pedacito de ellos que no aparece en los libros.
Éste año podría decirse que yo fui al Celsius en bragas en cuanto a lecturas se refiere; mi único referente fijo eran Iria y Selene, autoras de "Alianzas" y "Sueños de Piedra" (que en nada sale su segunda parte; "Títeres de la Magia", ahí lo dejo), así que me encontré con un serio problema al llegar a las charlas esos cuatro días y enamorarme perdidamente de autores como Ana González, Cotrina (lo sé, ya me han pegado por no haberle leído todavía), Abercrombie (también me han pegado y mirado mal por no haberle leído), Gabriella Campbell, Álvaro García, Morán, etc, etc, etc. Además de dejarme completamente enganchada en sus charlas y meterme las ganas de leer sus respectivos libros, ¡es que son gente muy MUY maja!

El año pasado ya descubrí que lo mejor que tiene el Celsius es que escritores y lectores nos mezclamos y se crea un ambiente que he visto en pocos sitios, pero éste año ha superado con creces las ya altas expectativas que tenía; a ver cuantos lectores han tenido la oportunidad de irse a cenar con un par de autoras que les encantan o han pasado la tarde hablando de libros, editoriales y procesos creativos en una terraza tomando algo junto a autores reconocidos a nivel nacional... pues no muchos, ¿verdad?, ¡pues esto es lo que hace el Celsius y la magia de Avilés!


24 de julio de 2016

Cuatro Años



No sé por qué ni como, pero llevo amándote cuatro años.
Recuerdo cuando te veía todos los días, esa maravillosa sensación que tenía al cruzarme contigo en los pasillos, la cantidad de hormigas que correteaban por mis nervios cada vez que sonreías, los millones de minutos que habría pasado a tu lado esos dos años si hubiera podido.
Recuerdo, vagamente, como me enamoré de ti; mientras hablabas. Me enamoré de ti mientras hablabas, de absolutamente todo, y descubrí poco a poco que eres la mujer más inteligente que he conocido nunca. Me fascinabas. Me fascinas. Aún me pones nerviosa aunque no estés aquí, ¿sabes?
Me gustaría poder decirte todas las veces que he soñado dormida y despierta con llegar a casa y que estuvieras allí esperándome, sentada en el sofá leyendo, corrigiendo exámenes, en la cocina esperándome para comer. He soñado muchísimas veces con ir corriendo y enterrarme en tus brazos, sonriendo o llorando, abrazarte hasta sentir que mi corazón y el tuyo laten a la vez.

He llegado a llorar noches enteras por pasar meses sin verte, porque tu ausencia golpea demasiado fuerte mi pecho cuando me quedo sola, en mi cama. En días que no puedo dormir pienso en ti y el insomnio que me mantiene los recuerdos en la primera capa de mi subconsciente y que crea ríos de lagrimas en mis ojos, desaparece.
He llorado hasta caer rendida abrazada a la almohada deseando poder quererte y teniendo en mente todo lo que ha retrocedido mi vida en el ultimo año... necesito verte, hablar contigo, ver esa sonrisa que fue el pilar fundamental de mi vida durante los dos años más increíbles de mi existencia, sentir que todo lo que siento es real y que tú estás ahí, que no eres solo un sueño.