26 de mayo de 2016

Despedazado





Lo hice lo mejor que pude; o eso creo.




Quizás cai demasiadas veces en lo mismo; en las mismas excusas, las mismas mentiras, la misma trampa... una y otra vez. Quizás te amé demasiado; quizás te amo demasiado aunque ahora, ¿qué más da?

Tú por un lado, yo por otro, en una punta del país cada una; sin cruzarnos por la calle en un instante incomodo, sin mensajes que no van a obtener respuesta, sin esforzarnos por levantar algo que esperamos se mantenga roto.


Sí, me alegro de que esté roto, de que por fin se haya acabado el tira y afloja que abrió una profunda herida en quien soy; o quien creía que era. Y me alegro porque la distancia duele pero, en éste caso, jugará a nuestro favor; hará el papel de madre protectora, junto al tiempo, y yo dejaré de quererte en algún momento no muy lejano y tú dejarás de verme como la chica inofensiva y frágil que siempre creíste que era.

No soy una flor, no soy frágil ni débil, no necesito que me protejan ni esperen de mi que me porte bien; tengo mal carácter, soy cruel, fría, insolente y respondona; no obedezco a nadie, no escucho ni hago caso, me rijo por mis pensamientos y mi ética, y no necesito que nadie intente ocultarme la realidad. 



A pesar de lo que siempre creíste; no soy ciega.



No hay comentarios:

Publicar un comentario